Este sitio web tiene ciertas restriucciones de navegación. Le recomendamos utilizar buscadores como: Edge, Chrome, Safari o Firefox.

The Art of Ancient European Magical Folklore

Carrito

Tu carrito está vacío

Continúa comprando

La escoba

 La imagen más antigua conocida de brujas en escobas data de 1451, cuando aparecieron dos ilustraciones en el manuscrito del poeta francés Martin Le Franc Le Champion des Dames (El defensor de las damas) . En los dos dibujos, una mujer vuela por los aires en una escoba; el otro vuela a bordo de un simple palo blanco. Ambos usan pañuelos en la cabeza que los identifican como valdenses, miembros de una secta cristiana fundada en el siglo XII que fueron tildados de herejes por la Iglesia Católica, en parte porque permitieron que las mujeres se convirtieran en sacerdotes.

La escoba era un símbolo de la domesticidad femenina, pero la escoba también era fálica, por lo que montar en una era un símbolo de la sexualidad femenina, por lo que la feminidad y la domesticidad se volvieron locas". Es importante destacar que las dos mujeres de  Le Champion des Dames  no parecen deformadas o grotescas, son  ordinarias; su "corrupción" no puede ser percibida visualmente, es decir, no parfecen brujas en el sentido grotesco. Además una de ellas monta un palo no una escoba.

Los rituales paganos anteriores al siglo XV involucraban formas fálicas, por lo que la forma del palo de escoba entre las piernas de una mujer tenía un significado tanto sexual como espiritualmente desviado para la Iglesia.

Curiosamente la primera confesión que conocemos sobre el vuelo en la escoba se la debemos a un hombre, si, Guillaume Edelin.

 Edelin era un sacerdote de Saint-Germain-en-Laye, cerca de París. Fue arrestado en 1453 y juzgado por brujería después de criticar públicamente las advertencias de la iglesia sobre las brujas. Su confesión fue torturada y finalmente se arrepintió, pero aún fue encarcelado de por vida.

El antropólogo Robin Skelton sugiere que la asociación entre brujas y escobas puede tener sus raíces en un ritual pagano de fertilidad, en el que los agricultores rurales saltaban y bailaban a horcajadas sobre postes, horcas o escobas a la luz de la luna llena para estimular el crecimiento de sus cultivos. Este “baile de palos de escoba”, escribe, se confundió con relatos comunes de brujas que volaban en la noche camino a orgías y otras reuniones ilícitas.

También según algunos relatos históricos, en lugar de ingerir estas sustancias que alteran la mente al comer o beber, lo que habría causado malestar intestinal, las brujas optaron por absorberlas a través de la piel, a menudo en las áreas más íntimas de sus cuerpos. Hay que tener en cuenta que muchas de estas teorías se basan en relatos sacados bajo tortura donde la víctima con tal de acabar con el sufrimiento acabaría diciendo lo que el verdugo querría oír.